Si eres de los que prefieren las motos estilo "Chopper" está motocicleta es una excelente opción.
La Harley Davidson Forty-Eight es una moto que roba miradas en todos los semáforos y se ha vuelto la favorita de los amantes de la marca.
Está motocicleta nos hace remontarnos a los años 70´s en donde reinaban las chamarras de cuero y el rock´n´roll, con su aspecto ligero y minimalista consigue ser divertida de conducir e incorpora algunos novedosos detalles estéticos, simples pero impactantes, para que no olvidemos que en Harley siempre están por delante de la competencia en lo que a detalles y espíritu custom se refiere.
La Forty-Eight ha llevado al extremo el concepto Sportster,
tomando como base la XLCH de 1957, como podemos apreciar por su estética. Si
bien su nombre viene dado por su depósito de combustible, ya que fue en 1948
cuando Harley-Davidson lanzó la 125 S, con su depósito Peanut, que se hizo
famoso al incorporarlo posteriormente la familia Sportster.
Su línea es dura y compacta. Los metálicos guardabarros
recortados estilo bobber cubren unas llantas de 16” Black Steel de radios y
anchos neumáticos que sustituyen a las habituales de 19” y le dan una gran
personalidad, avisando de que se trata de una moto diferente.
El manillar custom plano y de perfil bajo incorpora los
retrovisores anclados por debajo. Parece mentira que con tan sólo un simple
cambio de colocación se consiga una parte frontal tan limpia y bonita. Rematada
por su peculiar depósito de combustible metálico Peanut (con forma de
cacahuete), como no podría ser de otra forma tratándose de una Sportster, pero
que se ha visto reducido en tamaño, y por tanto, en capacidad, pasando de los
12,5 a los 7,95 litros. La abrazadera de montaje que separa el depósito del
asiento monoplaza está perforada, al igual que la tija de la horquilla.
La parte trasera es muy compacta, debido al guardabarros
trasero y a unos cortos amortiguadores que mantienen la línea baja de la moto,
con tan sólo 710 mm de distancia del asiento respecto al suelo.
La luz de freno y la de posición trasera se han incorporado
a los intermitentes de luces leds, al igual que sucede en la Nightster o en la
Iron.
También aprovecha la misma instrumentación, un solitario
velocímetro con un pequeño display digital que muestra una escueta información
en la que echamos de menos un indicador de nivel de combustible, aún más si
tenemos en cuenta que su reducida autonomía hará que tengamos que estar muy
pendientes si no queremos quedarnos sin gasolina. Ya que según el ritmo al que
vayamos, será muy difícil sacarle más de 150 km de autonomía.
En la parte inferior encontramos una serie de testigos
luminosos de intermitentes, punto neutro, luces y aceite.
En lo referente al motor, incorpora el conocido Evolution
V-Twin a 45° OHV 4V de 1.202 cc de cinco relaciones refrigerado por aire,
accionado por varillas y balancines y alimentado por sistema de inyección
electrónica secuencial de combustible (ESPFI). Capaz de entregar un par máximo
de 98 Nm a tan sólo 3.200 rpm.
Se presenta en una elegante combinación de negro en el
aleteado de los cilindros y tapa de filtro de aire y los relucientes cromados
de las tapas de balancines y los tubos de las varillas.
Así que si eres un amante de este tipo de motocicletas esta es una excelente opción y no olvides la famosa frase de Harley: “En Harley Davidson vendemos sueños e ilusiones, la moto…¡la
moto te la regalamos!”.
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